Dado que se rompe el tejido social y organizacional tradicional, se pierde el territorio y la masa ganadera, se rompe con el equilibrio ecológico, se disminuye el uso de nuestro idioma, y se intenta apagar nuestras prácticas culturales y espirituales, mediante todo tipo de imposiciones, es que surge el desafío de la reconstrucción nacional que va más allá del problema de la propiedad de la tierra y sus “recursos”.
En ese contexto, PuLofMapuXawün o Alianza Territorial Mapuche (ATM), constituye una de las expresiones organizacionales que busca contribuir a ese proceso reconstruccionista como pueblo. Así, la ATM no se considera como organización pensada bajo la lógica o racionalidad chilena-occidental con personalidad jurídica ni funcional a los intereses de ninguna expresión política ni dirigencial ajena a ese proceso de reconstrucción, transformándose entonces en un espacio de reencuentro de la forma en que nuestros antepasados conversaban para tomar decisiones de manera colectiva.
Símbolo identitario y emblema ancestral que enarbolaron nuestros antepasados, en especial, nuestros últimos gobernantes en tiempos de independencia, como fueron: Mariluan, MagilWenu y Kilapang. Símbolo retomado por nuestras expresiones de resistencia en la primera década del presente siglo y que se reconoce hoy como “bandera de la resistencia”. Su significado es “guiar, orientar, el que va primero, que dirige”. Según nuestros mayores, esta es la forma correcta de representación.
Como fundamentaremos más adelante, este es un campo que no es lo suficientemente visualizado en la lucha social mapuche, pero que está en el centro de nuestras acciones, porque nuestra defensa es por la vida. En contraposición al modelo de desarrollo impuesto que persigue la extracción de “recursos” de la tierra transados como “comodities” a cualquier precio (asesinatos, prisión política, persecución y criminalización, etc); el modelo mapuche entiende que los ríos hablan, las montañas dialogan, los truenos y las aves comunican… Es decir, que hay también un conflicto ecológico-epistemológico, de formas y modelo de vida, de espiritualidad y modo de relación con la tierra que debe ser visibilizado y conocido. Ello, porque luchar por el agua y el equilibrio ecológico traspasa cualquier tipo de frontera y arbitrariedad impuesta por los poderosos.
Un pueblo sin territorio corre el riesgo de desaparecer, por tanto, es prioritario avanzar en su recuperación y control bajo los mecanismos que cada comunidad o territorio considere como apropiado. La ATM no descalifica las formas, más bien nos centramos en apoyar los distintos proceso de maduración identitaria de nuestra gente. Valorando con ello incluso, los avances en la protección de las actuales “tierras reconocidas por el Estado” como producto de la lucha social mapuche en tiempos recientes.
La base social y cultural mapuche esta en los territorio articulados en los lof como unidad organizacional fundamental. Desde allí, promovemos una constante formación de jóvenes, niños y niñas en los roles tanto culturales como políticos que se requieren para el futuro, desde nuestra propia matriz cultural y racionalidad reflexiva (rakizuam). Ello, implica la práctica de nuestro idioma en conexión con la espiritualidad mapuche para permanecer vinculados con la mapu. Desde estas prácticas podremos darle continuidad al proceso de reconstrucción, orientada y guiada por nuestros mayores, pero con un claro propósito renovador en la conducción del proceso general.
En cada uno de los componentes descritos y su forma de materialización, existen procedimientos que van desde lo protocolar hasta lo formal que están culturalmente regulados y normados de la cultura mapuche. Por lo tanto, son prácticas que se procuran desarrollar en cada situación.
Una de las lineas que hemos venido impulsando en el marco de este aporte de la ATM al proceso de reconstrucción dice relación con la necesidad de ir asumiendo la escritura como una herramienta de liberación en la medida que su uso tenga esa finalidad. Ello, implica buscar aproximaciones escritas desde y no hacia lo mapuche en distintas esferas del conocimiento como son el Derecho Propio (azmapu), territorio y su representación desde lo propio, lengua, entre otros.
En este link se puede ver nuestra nota sobre el lanzamiento del Atlas de cartografía Mapuche.
Diversas expresiones mapuche vienen aportando en el control de espacios territoriales propios que se han venido disputando con el latifundio y el empresariado forestal. Son avances que emergen tanto de la necesidad material y de sobrevivencia como de la maduración política de nuestra gente en el contexto de hoy.
Dado el contexto de criminalización y persecución existente como resultado o consecuencia de lo ya señalado, luchadores sociales mapuche son encarcelados como delincuentes comunes, muchos de ellos son autoridades tradicionales de nuestro pueblo. Resaltamos el carácter y condición política de su prisión.
En ese contexto, PuLofMapuXawün o Alianza Territorial Mapuche (ATM), constituye una de las expresiones organizacionales que busca contribuir a ese proceso reconstruccionista como pueblo. Así, la ATM no se considera como organización pensada bajo la lógica o racionalidad chilena-occidental con personalidad jurídica ni funcional a los intereses de ninguna expresión política ni dirigencial ajena a ese proceso de reconstrucción, transformándose entonces en un espacio de reencuentro de la forma en que nuestros antepasados conversaban para tomar decisiones de manera colectiva.
COMPONENTES PRINCIPALES DEL PROCESO DE RECONSTRUCCIÓN
Brevemente, describiremos algunos de estos elementos, los cuales están en el centro de la ocupación y existencia de la ATM como orgánica mapuche de la actualidad.Reposición del wüñellfe o Unelfe
Símbolo identitario y emblema ancestral que enarbolaron nuestros antepasados, en especial, nuestros últimos gobernantes en tiempos de independencia, como fueron: Mariluan, MagilWenu y Kilapang. Símbolo retomado por nuestras expresiones de resistencia en la primera década del presente siglo y que se reconoce hoy como “bandera de la resistencia”. Su significado es “guiar, orientar, el que va primero, que dirige”. Según nuestros mayores, esta es la forma correcta de representación.
Lucha medioambiental o defensa del Ixofillmogen
Como fundamentaremos más adelante, este es un campo que no es lo suficientemente visualizado en la lucha social mapuche, pero que está en el centro de nuestras acciones, porque nuestra defensa es por la vida. En contraposición al modelo de desarrollo impuesto que persigue la extracción de “recursos” de la tierra transados como “comodities” a cualquier precio (asesinatos, prisión política, persecución y criminalización, etc); el modelo mapuche entiende que los ríos hablan, las montañas dialogan, los truenos y las aves comunican… Es decir, que hay también un conflicto ecológico-epistemológico, de formas y modelo de vida, de espiritualidad y modo de relación con la tierra que debe ser visibilizado y conocido. Ello, porque luchar por el agua y el equilibrio ecológico traspasa cualquier tipo de frontera y arbitrariedad impuesta por los poderosos.
Defensa y recuperación del territorio
Un pueblo sin territorio corre el riesgo de desaparecer, por tanto, es prioritario avanzar en su recuperación y control bajo los mecanismos que cada comunidad o territorio considere como apropiado. La ATM no descalifica las formas, más bien nos centramos en apoyar los distintos proceso de maduración identitaria de nuestra gente. Valorando con ello incluso, los avances en la protección de las actuales “tierras reconocidas por el Estado” como producto de la lucha social mapuche en tiempos recientes.
Proceso autoformativo permanente y renovación dirigencial
La base social y cultural mapuche esta en los territorio articulados en los lof como unidad organizacional fundamental. Desde allí, promovemos una constante formación de jóvenes, niños y niñas en los roles tanto culturales como políticos que se requieren para el futuro, desde nuestra propia matriz cultural y racionalidad reflexiva (rakizuam). Ello, implica la práctica de nuestro idioma en conexión con la espiritualidad mapuche para permanecer vinculados con la mapu. Desde estas prácticas podremos darle continuidad al proceso de reconstrucción, orientada y guiada por nuestros mayores, pero con un claro propósito renovador en la conducción del proceso general.
Práctica, recuperación y revitalización de nuestro idioma
Fundamentalmente mediente la práctica tanto en los espacios propios de comunicación (reuniones y encuentros) como en los contextos interculturales y de contacto.Revitalización de nuestras prácticas culturales
En cada uno de los componentes descritos y su forma de materialización, existen procedimientos que van desde lo protocolar hasta lo formal que están culturalmente regulados y normados de la cultura mapuche. Por lo tanto, son prácticas que se procuran desarrollar en cada situación.
Proceso de sistematización del conocimiento mapuche
En este link se puede ver nuestra nota sobre el lanzamiento del Atlas de cartografía Mapuche.
Control territorial
Diversas expresiones mapuche vienen aportando en el control de espacios territoriales propios que se han venido disputando con el latifundio y el empresariado forestal. Son avances que emergen tanto de la necesidad material y de sobrevivencia como de la maduración política de nuestra gente en el contexto de hoy.
Restructuración de la lógica organización mapuche
Esto significa la superación de expresiones orgánicas basadas en el modelo desarrollista occidental y la búsqueda de fortalecimiento de los mecanismos de consensos propiamente mapuche. La idea de Confederacionalismo democrático se aproxima a la organización política mapuche tradicional de nuestros antepasados. Sin embargo, aquello forma parte de un proceso de maduración reflexiva de carácter colectiva y no a la agenda iluminista de ningún actor en particular; sólo eso nos conducirá a la posibilidad de concretar nuestra autonomía como pueblo.Reivindicación de la figura de los Presos Políticos Mapuche
Dado el contexto de criminalización y persecución existente como resultado o consecuencia de lo ya señalado, luchadores sociales mapuche son encarcelados como delincuentes comunes, muchos de ellos son autoridades tradicionales de nuestro pueblo. Resaltamos el carácter y condición política de su prisión.