LOF RALIPITRA, COMUNIDAD MAPUCHE MANUEL KALLFÜLL avanza en control territorial para que le sean restituidas sus tierras usurpadas
Lof ralipüxa, 16 de enero de 2021
Ralipitra (ralipüxa) no parece ser hoy un lugar muy presente en la memoria colectiva regional. Pero si nos remontamos a la década de los 70 y 80, en el mundo de la arqueología no pasarán desapercibidas las reconocidas “cerámicas ralipitra” a partir del hallazgo de un kuyfi eltun (cementerio antiguo) justamente en Ralipitra. Según técnicas de carbono 14 aplicado a los cerámicos extraídos, datan de más de 500 años de antigüedad.
No resulta entonces casual hablar de la ancestralidad del asentamiento mapuche en este territorio donde –hoy- los descendientes del logko Manuel Kallfüll retoman el inatuzugun o reconstrucción de la memoria histórica como lof, como un paso previo y natural para proyectarse en el tiempo en su propia tierra, en especial las nuevas generaciones según detallan sus representantes. “Acá la juventud se ve obligada a migrar o salir de temporeros por la reducción territorial en la que estamos. Antiguamente colindábamos con Boroa (Forowe), hasta que llegaron los colonos y se repartieron nuestra tierra, acá fue Félix Pierre el primero que se estableció y ocupó parte del Título de Merced que el mismo estado chileno le había entregado a mi bisabuelo Manuel Kallfüll, luego ese fundo se divide y se venden a nuevos dueño hasta hoy, que está en manos de los Suarez” relata el logko del lof Leonel Melin Pehuen, dando cuenta también del respaldo de su gente y la dirigencia de la comunidad.
Cuenta el logko que, como muchos de su generación y también los mayores, siempre pastoreaban sus ganados (“ütal kulliñ kefuiñ”) al interior del fundo en las noches para que el colono no les disparara, aunque muchas veces resultaron muertos animales de la comunidad por los balazos del latifundistas. Así, pese a las amenazas y el riesgo que implicaba, nunca dejaron de ejercer cierto nivel de control territorial en el fundo colindante. “Pero ya dejaremos de colindar con un colono, ahora queremos colindar con nuestros hermanos de las comunidades vecinas . Nuestra posición es firme y definitiva: recuperaremos nuestra tierra cueste lo que cueste, pero también queremos ser solidarios y comprensivos con los mapuche que reclaman la otra parte del fundo. En esto necesitamos de reciprocidad y yamüwün entre hermanos” concluyo señalando el logko en alusión al necesario respeto entre mapuche a lo largo de todo el proceso de restitución territorial.
De esta manera, en reunión y conversación con su gente, el logko de Ralipitra espera que el Estado y su estructura llague a un arreglo definitivo para devolver las tierras usurpadas a las comunidades mapuche, una vez que se establezca un nuevo ordenamiento jurídico a partir de una Constitución redactada participativamente, en la cual, los instrumentos y los derechos de los pueblos indígenas internacionalmente reconocidos sean reconocidos y aplicado, en especial, los derechos territoriales.