"Y nosotros queremos ser claros y enfáticos en señalar que aquí no tenemos delincuentes al interior de la comunidad de Temucuicui, sí tenemos una ciudadanía totalmente distinta a la que han querido someter, somos mapuche y nos mantenemos como tal, y ese es el problema que el Estado tiene con nosotros" (Mijael Carbone, werken de Temucuicui)
Ercilla, junio de 2017
Luego de que hace unos días dos
jóvenes mapuche fueran ultimados por el para-militarismo del latifundio rural,
la represión policial se deja nuevamente caer sobre el territorio y la escuela
de Temucuicui. Lof que había concurrido masivamente a los funerales de los
weychafe caídos, cuyo dolor se reflejaba en una bandera negra enarbolada en el
corazón de la comunidad cerca de la escuela, y que fue atropellada de entrada
por una de las tanquetas policiales.
Emblemática comunidad reprimida por
los militares bajo la dictadura de Pinochet y por la policía militarizada en ambos
periodos de los gobiernos socialistas de la presidenta Michel Bachelet, esta
vez, en tiempos preparatorios del recibimiento de un nuevo ciclo del año
mapuche.
Recientemente, los representantes
mapuche del territorio habían llevado estas agresiones contra la infancia
mapuche tanto a la Corte Suprema de justicia como a la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos (CIDH), pero hasta ahora –para sus dirigentes- nada hace
entender a los poderes chilenos de que, al menos, los niños deben ser
respetados.
Fue así como en la mañana del día
miércoles 14 de junio, la policía militar realiza un nuevo allanamiento al lof
Temucuicui, a raíz de lo cual, los dirigentes de las comunidades que integran
el Lof denunciaron ante los medios esta nueva vulneración a los derechos fundamentales
de los niños y niñas. Según el vocero Mijael Carbone, “la policía se parapetó al interior de la escuela, desde donde dispararon
y lanzaron gases lacrimógenos, ello, para provocar el temor, para desperfilar
el tema de movimiento mapuche”, agregando que es habitual que la policía
ingrese sin dar ningún tipo de explicaciones, pues “acá los dispositivos, los blindados ingresan raudamente, es común,
helicópteros y avionetas sobrevuelan esta comunidad. Luego, las instituciones de
gobiernos argumentan en los medios que acá vienen a buscar a delincuentes. Y
nosotros queremos ser claros y enfáticos en señalar que aquí no tenemos delincuentes
al interior de Temucuicui, sí tenemos una ciudadanía totalmente distinta a la
que han querido someter, somos mapuche y nos mantenemos como tal, y ese es el
problema que el Estado tiene con nosotros”, enfatizó el werken de la
comunidad. Destacando también la complejidad de ser apoderado de la escuela y
vivir permanentemente situaciones de esta naturaleza, donde sus hijos enfrentan
el amedrentamiento directo, tal como a él le correspondió vivir como niño. Sin
embargo, considera que los niños “están
afectados, pero lo asimilan y son conscientes del territorio en el que viven… y
hay una madures de ellos a pesar de su edad”, concluyendo que como
comunidad, tendrán que tomar nuevas medidas de seguridad y autodefensa que sean
necesarias en el futuro.
PULOF Comunicaciones